domingo, 15 de julio de 2007

Crítica de la Mostra sonora de Sueca

Estimados Amigos,
Aquí tienen la crítica del concierto que hicimos en Sueca, Valencia el pasado 9 de Junio.
Muy suyo, Bertrand

Chers amis,
J'ai pas encore la critique du concert à Sueca en français...mais ça va arriver!...désolé! (mais elle est bonne!)
Bien à vous, Bertrand

Dear friends,
I still don't have the translation of the concert in Valencia in english, but very soon will come....so sorry!!
yours, Bertrand


El programa fué el suiguiente:

Así subdividimos las tangencias…

Comment subdiviser les regards (6 coblas unissonans) * de José Luis Torá
Piano preparado, Percusionista (dentro del piano) y Flauta preparada

Il violino spagnolo de Luis de Pablo
1.- Improvvisazione
2.- Pensieroso
3.- Scherzo [Omaggio a E. Carter]
Violín

Así… de José Luis Campana
Guitarra y CD

De amore de Mauricio Sotelo
Violonchelo

Mosaico I de Cesar Camarero
Flauta y Violín

Talas I ** de Octavio López
Violonchelo y Guitarra

Tangencias ** de Iñaki Estrada
Piano, Violonchelo y Marimba

*Estreno en España
** Obra dedicada a SMASH ensemble

Solistas de SMASH ensemble:

Flauta: Clara Novakova
Violín: Andrés Balaguer
Violonchelo: Eric-Maria Couturier
Piano: Natalia Baquero
Percusión: Sisco Aparici
Guitarra: Bertrand Chavarría


La crítica de Antonio Gomez Schneekloth:

SMASH ENSEMBLE / 3ª MOSTRA SONORA DE SUECA
Claustro de la Biblioteca
A la memoria

Defender un feudo tan polémico como el de la música contemporánea, vilipendiado bajo el estigma de su incomprensibilidad, no parece tarea fácil para quienes tratan de instalarse en los nichos de una sociedad que divide el tiempo en tiempo de ocio y de negocio. Iniciativas como la de la Mostra Sonora de Sueca, que promueve y dirige el compositor Voro García (Sueca, 1970), sirven al menos para evitar que la vorágine consumista selle definitivamente aquellas concavidades (líneas de fuga diría Deleuze) en las que aún se desarrollan actividades no engullidas por la consciencia materialista, si bien con el resabio de un culto ha mucho desahuciado. Escapar hoy por hoy a esta contradicción no es posible, pero sí ponerla de manifiesto a través de propuestas que rescatan la memoria desde una perspectiva actual.

Aunque contemporáneas en cuanto que no aptas para su consumo inmediato, las siete obras interpretadas por el Smash Ensemble apuntaron de formas muy distintas en esta dirección. Jose Luis Torá propuso en «Comment subdiviser les regards (6 coblas unissonans)» para piano y flauta preparados un discurso discontinuo y evocador, basado en el «Panóptico» del filósofo Jeremy Bentham (1748-1832) y en las coblas del trovador provenzal Arnaut Daniel, máximo exponente de la lírica hermética del siglo XII. De talante melódico se presentó en cambio el soliloquio «Il violino spagnolo» de Luis de Pablo, protagonizado por octavas y unísonos en parte deformados, mientras que Mauricio Sotelo indagó en el suyo para violonchelo («De amore») las posibilidades tímbricas de un textura microtonal, salpicada de armónicos y cuerdas apagadas. Su obra, tanto como la de Torá, fueron las más palpitantes.

Luego, en «Así» para guitarra y CD de José L. Campana y «Talas I» de Octavio López para violonchelo y guitarra dominaron las alternancias entre los sonidos pregrabados y la guitarra por un lado, y entre los dos instrumentos acústicos por el otro. En ambas piezas se partió de un material étnico reelaborado con el propósito de fundir los múltiples referentes tradicionales con las técnicas más recientes. Lineal también, y con el unísono de bisagra al igual que en la obra de Luis de Pablo, así como en tantas otras del repertorio contemporáneo, se desarrolló la pieza «Mosaico I» para flauta y violín de César Camarero. Un estudio inspirado en los grabados de M. Escher que, tras oír el dúo de López, dio paso a las «Tangencias» de Iñaki Estrada. Aquí, la marimba se impuso al piano y violonchelo tapándolos en parte, único punto de crítica quizá a unos intérpretes por lo demás excepcionales. Poca justicia le hicieron éstos al nombre de su ensemble (Smash significa choque o estrépito en inglés), pues su brillante actuación ni chocó, ni causó estrépito alguno. Más bien lo contrario.
SCHNEEKLOTH

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